TORRIJAS

jueves, 28 de abril de 2011

TORRIJAS: Ingredientes: 1 barra de pan del día anterior, 1 litro de leche, 3 huevos,7 cucharadas de azúcar (5 para la leche y 2 para los huevos), azúcar y canela en polvo, aceite de oliva suave. Elaboración: Calentar un vaso de leche y disolver en el las 5 cucharadas de azúcar. Añadir al resto de la leche. Mientras se enfría, cortamos el pan a rebanadas de unos tres centímetros. Batimos los tres huevos el azúcar y ponemos el aceite a calentar. Pasamos el pan por la leche, que empape pero que la miga no se quede babosa. Luego lo pasamos por el huevo y lo vamos friendo. Sacamos a papel absorvente. Mezclamos azúcar con canela, en la proporción que más os guste y vamos pasando las torrijas por la mezcla.

Torrijas


Torrijas


Torrijas
Me gustaría despertarme, pero no puedo. Me gustaría relajarme, pero no me dejo. Me gustaría escribir, pero no me sale.  A falta de palabras, buenas son torrijas.

LITTLE FISH

viernes, 15 de abril de 2011

Cuando no tenía nada que hacer, siempre le faltaba tiempo. Y eso que ahora, estaba contenta, bien, normal. Astémica-primaveral encendiéndose por la calle. Porque estaba contenta, bien, normal, pero nunca necesito mucha chispa para prender. Se le consumían los días, mirando por la ventana, pajarería cerebral en modo superlativo. El calor sacaba a la gente de casa, y cada calle por la que iba era una marea humana de codazos y pisotones. Además los bancos nuevos eran feos. Muy feos. Estaba contenta-bien-normal, pero nunca tuvo habilidades sociales. No le gustaba mucho la gente. Siempre prefirió estar sola o en buena compañía. Aunque la buena compañía le escaseaba. Pero le escasea a todo el mundo, o al menos eso pensaba ella. Lo que de verdad le gustaba era imaginar cosas. A ser posible le gustaba imaginar cosas que nunca pudieran suceder. Un mundo de perros parlantes, pompas que salen de las fuentes, menos coches y más césped. Que los peces pequeños se organizaran para comerse al grande. Que no hubiera palomas. En esas cosas se entretenía, no necesitaba grandes fastos (que decía su abuela). Nunca quiso ser la estrella invitada, ni la perfecta anfitriona, ni el nombre principal del cartel. Prefería doblar las conversaciones de la gente y hacerlas más divertidas. Prefería la nutella a la nocilla, el paño a las pieles. Prefería perder el tiempo a que el tiempo la echase a perder.

Amenazaba convertirse en clásico
y no acababa de prender...

para empezar una y otra vez

hasta que vuelva a desaparecer...